El dibujo en el cajón: Cuidando a tu niño interior
- Aser Ones, LCSW
- 7 abr
- 2 Min. de lectura

Lucía encontró un viejo cuaderno mientras ordenaba su casa. Entre garabatos y letras torcidas, había un dibujo de ella misma a los seis años: una niña sonriente con un globo rojo. Recordó ese día: su madre le había dicho “guarda eso, hay cosas más importantes que hacer”. Sin protestar, lo metió en un cajón y siguió con la vida. Décadas después, al verlo, algo se removió dentro de ella. Esa niña seguía ahí, esperando, no con rencor, sino con una pregunta silenciosa: ¿Cuándo me vas a escuchar?.
Todos llevamos un niño interior, esa parte de nosotros que ríe, sueña y a veces llora en silencio. Ignorarlo no lo hace desaparecer; lo entierra bajo capas de “deberías” y prisas. Pero cuidarlo —con amor y compasión— es como tenderle la mano a esa versión pequeña de ti que aún necesita sentirse vista. Lucía lo entendió tarde, pero no demasiado: sacó crayones, dibujó un globo nuevo y sonrió. No era solo un dibujo; era un reencuentro.
¿Por qué importa? Porque ese niño guarda tu alegría, tu creatividad, tu capacidad de asombro. Negarlo es apagar una luz; abrazarlo es encenderla. Si no sabes por dónde empezar, prueba esto:
Busca un recuerdo: Encuentra algo que amabas de pequeño —un juego, una canción— y hazlo hoy, sin juzgarte.
Habla con suavidad: Cuando te sientas abrumado, pregúntale a ese niño qué necesita. Un descanso, un abrazo, un “está bien” pueden ser suficientes.
Dibuja un globo: Haz algo simple y tonto solo por placer. No se trata de ser perfecto, sino de ser libre.
Lucía empezó a cuidar a su niña interior, y algo floreció: Paz. ¿Y tú? Ese niño sigue ahí, esperando un gesto tuyo. Si quieres aprender a quererlo con compasión, estoy aquí. Como terapeuta, te ayudo a abrir ese cajón y sanar con amor. ¿Listo para encontrarlo?
Aser Ones, LCSW
(561) 421-4132
Mi niño es mi música 😁