Libera tu motivación y cambia tu mundo
- Aser Ones, LCSW
- 11 mar
- 3 Min. de lectura

La chispa invisible: Despierta la raíz de tu motivación y hazla rugir como nunca
¿Sientes ese estremecimiento en el fondo de tu ser, ese eco que te dice que estás hecho para algo más grande? Es un susurro que retumba en tus huesos, una fuerza que te empuja a romper las cadenas, a construir, a conquistar. Esa es tu motivación, el motor oculto que arde en tu interior, listo para estallar en un rugido que sacuda el mundo. Pero, ¿qué lo despierta? ¿Cómo lo tomas con firmeza y lo conviertes en tu arma secreta? Ven conmigo, porque hoy vas a encenderlo, y lo harás con una historia que resuena como un tambor en la historia: la de un hombre que transformó una celda en un trono.
La raíz de tu poder: El fuego que ya llevas dentro
Párate un momento y escucha: ¿qué te mueve? ¿Es el peso de algo que quieres dejar atrás? ¿O el destello de un sueño que te acelera el pulso? Ese fuego no es un regalo del azar; vive en ti, en el calor de tus manos, en el latido que no se rinde. A veces arde como un faro en la tormenta, otras parece apagarse bajo las cenizas de la duda. Pero aquí está la verdad: no necesitas buscarlo en otro lado. Está en cada paso que das, en cada "sí" que te atreves a pronunciar.
Piensa en Nelson Mandela. Encerrado durante 27 años en una prisión sudafricana, enfrentando el frío de las paredes, el silencio de la injusticia y la tentación de rendirse. Podría haberse quebrado, haber dejado que el odio o el cansancio lo consumieran. Pero algo en él se negó a morir. No fue solo sobrevivir lo que lo mantuvo en pie; fue la certeza de que podía cambiar un país, de que su voz rompería las cadenas de millones. Cuando salió de esa celda en 1990, no era solo un hombre libre: era un símbolo, un líder, el primer presidente negro de Sudáfrica. ¿Cómo lo hizo? Tomó esa chispa y la alimentó hasta que el mundo entero la sintió. Y tú, justo ahora, tienes ese mismo poder esperando.
El camino para hacerla rugir
¿Quieres que ese fuego derrita todo lo que te frena? Entonces presta atención. Hay un camino, y empieza hoy, con lo que ya eres. Mandela no esperó a que las puertas se abrieran solas; él forjó su libertad desde adentro. Tú también puedes. Aquí tienes tres pasos para encender tu motor y hacerlo rugir:
Ponte en los zapatos de tu grandeza: Cierra los ojos por un segundo. Siente cómo sería estar en el lugar que anhelas: el aire fresco de la cima, el sonido de tu propia voz diciendo "lo logré", la fuerza en tus manos al tocar tu victoria. Mandela no solo soñó con la libertad; se comportó como un líder incluso entre rejas. Hazlo tú: vive ese momento ahora y deja que te jale hacia adelante.
Usa el peso y la luz como combustible: Pregúntate: ¿qué te duele si te quedas quieto? ¿Qué te llena de vida si te mueves? El dolor de no actuar es una sombra pesada, pero la alegría de avanzar es un sol que te guía. Mandela sabía que el silencio lo mataría, pero la lucha lo haría eterno. Siente eso: deja que el miedo a estancarte te empuje y que el brillo de tu meta te llame.
Da un paso firme, hoy: No esperes más. Haz algo concreto: escribe lo que quieres, habla con alguien que te inspire, da un salto pequeño pero real. Mandela escribió, planeó y resistió, incluso cuando todo parecía imposible. Tú también: mueve el cuerpo, haz sonar tu voz, empieza. El éxito no llega a los que esperan; abraza a los que actúan.
Tu momento es ahora: Enciende el motor
Levanta la vista. ¿Qué ves? ¿Muros que te encierran? ¿Relojes que te dicen "mañana"? Olvídalo. Dentro de ti hay un Mandela, un rugido que puede derribar cualquier barrera. No necesitas tener todas las respuestas; solo necesitas moverte. Hoy. Escribe ese sueño que te quema, da ese paso que te asusta, grita ese "sí" que el mundo necesita escuchar. El triunfo no se sienta a esperar; corre hacia los que lo persiguen.
Mandela tomó su chispa y la convirtió en un incendio que liberó a una nación. Tú puedes hacer lo mismo. Ese fuego ya arde en ti, palpitando, listo. Enciéndelo. Hazlo tuyo. Y cuando mires atrás, no verás solo un camino; verás un legado que enciende a otros.
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