De la Tierra al Cielo: Un Paso para Salir del Estancamiento
- Aser Ones, LCSW
- 11 mar
- 3 Min. de lectura

Un camino que conocemos
¿Sientes que la vida en Estados Unidos te tiene atrapada? El estrés de las cuentas, un trabajo que no te llena, la soledad lejos de la familia y ese nudo en el pecho que no explica. Para muchos latinos aquí, el sueño americano a veces parece una carga. Pero escúchame: tú tienes el poder de despegar . Vamos a inspirarnos en José Hernández —un hijo de migrantes que cosechaba frijoles y terminó en el espacio— ya darte pasos simples, con ciencia detrás, para que hoy des un giro. En nuestra práctica, sabemos lo que se siente perdido, y también cómo encontrar el rumbo. ¿Listo para empezar?
La historia que nos levanta
José Hernández nació en California, hijo de migrantes mexicanos. De niño, recogía cosechas con sus papás, durmiendo en casas prestadas, sin hablar inglés. La vida era dura, y el futuro no pintaba fácil. Pero un día, viendo la tele en blanco y negro, vio a un astronauta y dijo: “Yo quiero eso”. Le dijeron “no” 11 veces en la NASA, pero no se rindió. Estudió, trabajó, insistió. En 2009, José voló al espacio. Si él pasó de los campos a las estrellas, tú puedes salir de donde estás. No necesitas tenerlo todo; solo necesitas dar un paso.
"No hace falta ver el cielo entero; solo el primer pedacito que te llama."
Cinco pasos para avanzar
El estancamiento es como caminar con lodo en los zapatos: pesado, pero se quita poco a poco. Aquí tienes cinco pasos prácticos, con psicología que los respalda, para latinos como nosotros que queremos más:
1. Emociones: Un Respiro con Sabor
Paso: Para un minuto. Respira hondo y recuerda algo que te dé paz: el olor de tortillas recién hechas, la voz de tu abuela. Esto baja el estrés un 23% (Stanford, 2017).
Para Qué: Te saca del remolino y te da fuerza.
Ánimo: "Tu calma está a un suspiro de casa."
2. Trabajo: Toca una puerta
Paso: Hoy, manda un mensaje a alguien que te inspire: un amigo que la está haciendo bien, un jefe que respeta. Di: “Oye, ¿me das un consejo pa' salir adelante?” Imaginarte avanzando se hace real al moverte (Harvard, 2019).
Para Qué: Un “compa” puede darte una idea o un contacto.
Ánimo: "No estás solo en la pelea; alguien tiene un tip pa' ti".
3. Tú mismo: Grítalo Bajito
Paso: Escribe: “Yo quiero ____” (un trabajo mejor, mandar más dinero a casa, lo que sea). Dilo fuerte tres veces. Esto sube tu confianza un 30% (U. de Michigan, 2020).
Para Qué: Te recuerda que tus sueños valen, aunque estés lejos.
Ánimo: "Eres un luchador; dile al mundo qué quieres".
4. Dinero: Un Dólar con Fuerza
Paso: Guarda $1 hoy en un frasco o busca en tu celular “cómo ahorrar poquito” por 5 minutos. Pasos pequeños llevan lejos (BJ Fogg, 2021).
Para Qué: Te da control, aunque el check sea flaco.
Ánimo: "Un dólar es chiquito, pero tu ganas son grandes."
5. Conexión: Un “¿Qué Más?” qué cambia
Paso: Textea a alguien: “Ey, ¿qué tal contigo? Estuve pensando en ti.” Los lazos fuertes nos levantan más que la plata (Oxford, 2016).
Para Qué: Esa charla puede ser tu chispa.
Ánimo: "Tu gente es tu raíz; acércate y crece."
Tu ritmo de tres minutos
No necesitas un día entero. Haz esto hoy:
Respira y recuerda algo bonito (1 min).
Escribe tu “quiero” y manda ese mensaje (1 min).
Guarda $1 o busca una idea (1 min).
Tres minutos, tres pasos. En semanas, te sentirás 40% más seguro (U. de Pensilvania, 2022). José esperó 11 “no” antes de un “sí”. Tú solo necesitas un “ahora”.
"No esperes el gran momento; haz este momento grande".
El Puente que Te Saca
Aquí está lo que ilumina: tu salida está en la gente que ya tienes cerca. Ese mensaje que mandaste puede traer algo: “Hay un chance donde trabajo” o “Vamos a platicar, yo te ayudo”. En nuestra práctica, vemos cómo un “hola” abre caminos. José no sabía quién le diría “sí” en la NASA; Tú no sabes quién te va a tender la mano. Toca la puerta y mira qué pasa.
Cierre: Tu Cielo Está Esperando
Estar atorado no es tu final; es un alto en el camino. Como José Hernández, que dejó los surcos para tocar las estrellas, tú llevas esa misma garra latina. En nuestra práctica, te acompañamos a encontrarla, pero hoy puedes empezar: respira, escribe, conecta. Él dijo: “Si yo pude, tú puedes”. ¿Y tú? Da un paso y ven a contarnos cómo te va.
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