El Brillo que Cansa: Buscando Amor En los Aplausos
- Aser Ones, LCSW
- 13 abr
- 3 Min. de lectura

Querido lector, conoces a alguien que siempre parece estar en un escenario? Alguien que tiene las mejores historias para contar, presume logros que no necesitaban mención, o deja caer sutilmente que su vida es algo más “especial” que la de los demás. No es que sean crueles; solo quieren ser vistos, admirados, validados. Pero detrás de ese desesperado intento de validación externa hay una verdad que ellos no siempre notan: su esfuerzo por parecer exclusivos, brillantes o superiores puede agotar a quienes le rodean. No es que los demás los rechacen; es que el espectáculo constante a veces los aleja de la conexión genuina que tanto se anhelan.
Un perfil psicológico con cariño
Esta búsqueda incansable de validación externa suele estar ligada a lo que los psicólogos, como Theodore Millon (1996), describen como rasgos narcisistas o histriónicos, aunque no siempre es un trastorno. En el fondo, hay una autoestima frágil que necesita el eco de otros para sentirse sólida. Según estudios de la APA (2018), estas personas temen no ser “suficientes”, así que construyen una fachada de exclusividad o inteligencia para llenar ese hueco. No es arrogancia pura; es una forma de protegerse. Pero aquí está el giro: lo que parece confianza a menudo es inseguridad disfrazada, y el mundo lo percibe como un intento desesperado que roza lo absurdo, aunque ellos no lo vean.
Lo que no ven, pero otros sienten
Con amor, pero con claridad: ese afán por destacar cansa. Amigos, colegas o familia sienten que están en una audiencia obligada, aplaudiendo para evitar conflictos. No es que no te quieran; es que tu necesidad de validación puede hacer que la relación se sienta como un monólogo. Y lo más triste es que tú, que buscas ser especial, podrías brillar más siendo simplemente tú, sin el peso de impresionar.
Si te reconoces aquí, respira: no estás roto; solo eres un ser humano. Pregúntate con suavidad: “¿a que realmente le temo, si no me ven como el mejor?”. Tal vez encuentres una vocecita que dice “no valgo sin los aplausos, o sin la validación de los demás”. Esa voz miente, pero merece tu atención. La psicología nos enseña que la verdadera fuerza crece desde dentro, no desde los likes, los halagos o las alabanzas de los demás. Aquí te van tres pasos para empezar:
Pausa el reflector: Antes de presumir algo, espera un momento. Pregúntate: “¿Lo digo. es realmente por mí o es por ellos?”. La calma revela lo que buscas.
Valida tu propio brillo: Escribe algo que admires de ti, sin compararte con nadie. Quizás eres amable, curioso, resiliente. Ese es tu valor real.
Conecta, no compitas: En tu proxima charla, intenta escucha más y hablar menos. Pregunta a alguien cómo está. Las relaciones florecen cuando dejas de ser el centro.
Un abrazo para el camino:
Querido lector, si esto es parte de tu historia, no te sientas atacado, esto no es un defecto; es una oportunidad. No necesitas ser el más exclusivo para ser amado. Los demás no te ven ridículo; solo quieren verte sin máscaras. Y si conoces a alguien así, ten paciencia, pero protege tu energía. Como terapeuta, estoy aquí para ayudarte a encontrar esa chispa interna que puede deshacerse de la necesidad de los aplausos y la validación externa para sentirse suficiente. ¿Listo para brillar de verdad?
Aser Ones, LCSW
(561) 421-4132
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