Descubre Tu Verdadero Yo: Alineando Valores con Acciones
- Aser Ones, LCSW
- 27 abr
- 2 Min. de lectura

Imagina estar de pie al borde de un lago sereno, el agua tan cristalina que puedes ver cada piedrecita brillante bajo la superficie. La brisa suave acaricia tu piel, trayendo el aroma a pino y posibilidad. Este momento se siente correcto, como si tu corazón susurrara, “Esto es quien soy”. Pero entonces, la vida te arrastra de vuelta: plazos, expectativas y decisiones que pesan como piedras en tu bolsillo. Para muchos, esta desconexión entre quiénes son y cómo viven crea un dolor silencioso, un anhelo de sentirse completos.
Conoce a Ana, una mujer cuyos días eran un torbellino de rutina. Corría por calles abarrotadas, sus pasos resonaban con urgencia, su mente zumbaba con listas de tareas. Sin embargo, bajo el ajetreo, sentía un vacío, como si estuviera a la deriva de su propia vida. Una noche, mientras los tonos dorados del atardecer pintaban las paredes de su apartamento, Ana se detuvo. Cerró los ojos y se preguntó, “¿Qué es lo que realmente me importa?”. La pregunta fue como una llave, abriendo una puerta que no había notado antes.
Ana comenzó a explorar sus valores personales. Imaginó momentos que la hacían brillar: reír con amigos hasta que le dolían los costados, ayudar a un extraño con una palabra amable o perderse en proyectos creativos donde el tiempo se desvanecía. Palabras como conexión, bondad y creatividad surgieron, cada una resonando como una nota en una canción que había olvidado. Estos eran sus valores, los colores de su alma. Pero al reflexionar, vio una brecha.
Sus elecciones diarias—trabajar en exceso, decir sí a cosas que la agotaban—chocaban con estos valores. Era como pintar su vida con la paleta de alguien más.
Decidida a alinear sus acciones con sus valores, Ana hizo cambios pequeños y deliberados. Reservó noches para conversaciones significativas, sintiendo el calor de la conexión llenar su corazón. Estableció límites en el trabajo, recuperando tiempo para proyectos creativos que hacían danzar su espíritu.
Cada paso era como quitarse un abrigo pesado, revelando a la Ana vibrante y auténtica que llevaba dentro. Su sentido de identidad se fortaleció, como raíces anclando un árbol. Su autoestima floreció, no por elogios externos, sino por vivir como su verdadero yo.
Tú también puedes sentir esta alineación. Imagina tus valores como estrellas guiándote en una noche sin luna. Cuando entiendes qué es lo más importante—ya sea amor, integridad o aventura—puedes elegir acciones que reflejen esas verdades.
Cada decisión es un pincelazo, pintando una vida que se siente inconfundiblemente tú. Esta armonía fortalece tu identidad, anclándote en quién eres. Eleva tu autoestima, ya que no buscas validación en los demás, sino que la encuentras en el espejo de tu propia integridad.
Toma un momento ahora. Siente el peso de esta invitación asentarse en tu pecho. ¿Qué valores hacen cantar a tu corazón? ¿Cómo puedes integrarlos en tus días? Como Ana, puedes empezar de a poco: escucha los susurros de tu alma, da un paso y observa cómo tu vida se transforma en una obra maestra de autenticidad.
Aser Ones, LCSW
561-421-4132
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